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Claves del éxito y realización personal. Lucy Serrano.
Las preguntas del día de hoy son estas:
¿Te consideras una persona exitosa?,
¿Has logrado todo lo que ambicionabas en la vida?,
¿Deseas para tus hijos mucho éxito en su futuro?
El éxito.
La mayoría de la gente diría que sí, pero vamos a analizar con un poquito más de detalle este concepto, el concepto del éxito, ¿qué vemos en las universidades actualmente?, chicos presionadísimos por sus profesores, por los papás, por el propio medio ambiente a tener excelentes calificaciones, a hacer los primeros de su clase, se les inculca la competitividad, la excelencia, la superación personal en todos los aspectos y es curioso porque reciben una especie de doble mensaje, por un lado esta presión para que destaquen, para que sean los mejores, pero por otro lado una especie de comparación, como diciéndoles, si tú no haces tu mayor esfuerzo, vas a ser una gente mediocre, fracasa, la competencia está muy fuerte allá afuera, entonces este es el momento de labrar tu futuro.
Los chicos por supuesto que la gran mayoría se la creen y se sienten muy, muy mal, si no llenan los estándares que se esperan de ellos, algunos inclusive aunque se dan sus tiempos para irse a tomar unos tragos o para tener novia o estar en alguna actividad deportiva, muy en el fondo de su mente, traen esta situación que nos angustia de querer ser exitosos, de querer salir adelante; porque hay tanta presión para el éxito primero escolar, porque es real que la competencia laboral está difícil ;hay muchos lugares donde no basta con una simple licenciatura, a veces te piden una maestría o inclusive un doctorado, que manejes perfectamente bien la tecnología de punta, que hables varios idiomas, mínimo inglés y chino, que tengas personalidad, que sepas a hablar en público, que tengas mucho carisma y ni se diga la buena presentación, para muchos empleos escogen, solo a los mejores y hay varios candidatos que se quedan afuera, a esto vamos a agregarle lo que piensan los papás, muchos padres hacen enormes sacrificios o grandes esfuerzos para pagar colegiaturas muy caras para sus hijos, creyendo que el mejor regalo que les pueden dejar, es una buena educación, que esas van a ser las herramientas que les ayuden a triunfar en la vida.
La ansiedad.
Pero cuáles son los resultados finales, qué es lo que hemos podido observar y créanme que yo no estoy en contra de la escuela y no estoy en contra de aprender de echarle ganas, de verdaderamente disfrutar esa época universitaria, que es irrepetible, lo que me hace un poco de ruido, lo que me preocupa, es esta ambición desmedida, es esta ansiedad por ser el primero y por ser el mejor, porque eso genera grandes desequilibrios, que sucede una vez que los chicos empiezan sus actividades laborales, algunos suben como la espuma y en muy poco tiempo logran importantes puestos ejecutivos, otros no, otros batallan y luchan e intentan y al no lograr lo que esperaban se sienten mediocres, fracasados e incompetentes.
Realización personal.
Pero están mejor los que sí triunfaron, no necesariamente, hay varias personas que tienen enorme éxito laboral, un puesto importante, un buen ingreso que les permite comprar coches, viajar, traer relojes de marca, ropa elegantísima, todas las satisfacciones materiales, pero que en el fondo de su corazón no son felices, ¿cómo se sienten?, se sienten muy presionados, pueden tener problemas de salud, pueden tener problemas de conducta o sea se vuelven perfeccionistas, magnéticos, exigentes, le dedican muy poco tiempo a las relaciones de pareja, a las de familia, algunos tienen úlcera, infartos, algunos se divorcian al poco tiempo, porque su relación no puede sostener ritmo de trabajo, desmedido ahora se le llama workaholic, adicto al trabajo y de que le sirven todos estos satisfactores materiales, ¿cuál sería una mejor forma de poder salir adelante, sin que nos volvamos personas obsesionadas con el éxito?, yo prefiero aquí, referirme a la realización personal.
¿Qué es la realización personal?
Es esa profunda satisfacción de dedicarte a lo que verdaderamente te gusta, en lo que eres bueno o buena, en lo que eres creativo, en lo que estás ayudándole también a los demás, en lo que haces con enorme entusiasmo, no nada más por recibir una paga, en lo que te sientes auténtico, verdaderamente tú.
Les voy a poner un ejemplo, para que se den cuenta lo que estoy hablando, una vez un chico, que era estudiante ya de los últimos años en medicina, su padre un médico de mucho prestigio, quería que su hijo siguiera sus pasos, él era el hijo mayor, llevaba el mismo nombre que su padre, el papá le pagó una de las mejores universidades, le dijo que lo iba a apoyar con su clientela, que le iba a ayudar inclusive a montar una pequeña clínica y que iba a ser su sucesor, el chico aunque se sintió halagado por lo que el padre le proponía, muy en el fondo de su alma, no estaba totalmente convencido, él quería ser músico y las pocas veces que expresó su deseo a la familia, recibió muy fuertes críticas, le decían te vas a morir de hambre, esa realmente no es una profesión, eso es para hippies y bohemios, ¿cómo es posible que no aproveches todas las oportunidades que tu padre te brinda?, se va a sentir muy desilusionado de ti; imagínense el conflicto interno tan terrible, por el que estaba atravesando este muchacho, el siguió lo que se le dijo, los pasos de su padre, se metió a estudiar medicina y aunque no era tonto y más o menos pudo ir sobreviviendo, pasando de un año a otro, no estaba contento, se sentía miserable, se sentía falso, añoraba muchísimo la época en que se deleitaba en su música y no sabía qué hacer, ya no podía dar marcha atrás, ya estaba muy avanzada su carrera, pero no se veía a sí mismo ejerciendo como médico para el resto de su vida, pero le faltaba el valor para enfrentar a su padre, ustedes creen que aunque aparentemente hubiera sido una buena decisión a nivel de éxito y de economía, que él estudiara medicina, este era el camino correcto para él; paso el tiempo, finalmente se gradúa y va a la oficina de su padre y le avienta el título y le dice, esto es lo que querías para mí, aquí está, aquí está mi título de médico, pero esto no es lo que yo quiero hacer, no pienso ejercer la medicina, ya puedes estar satisfecho, hice lo que tú querías y no me funcionó, ahora voy a seguir mis sueños.
Se requiere mucho valor para tomar una decisión así, ¿pero qué, a fuerza lo que nos gusta tiene que matarnos de hambre?, no necesariamente, lo ideal es encontrar un equilibrio en la vida, si tú ganas lo suficiente para que tus necesidades básicas estén cubiertas o tal vez puedas tener un poquito más de éxito, para darte algunos lujos, algunos satisfactores, yo no me opongo a eso, ni se diga para tus hijos, pero jamás a costa de tu verdadera vocación, jamás a costa de tu salud, de tus relaciones, jamás a costa de vender tu alma, eso no es lo mejor, eso no es lo que te va a dar la paz, la alegría y la felicidad, las personas realizadas, también son exitosas, tal vez no de acuerdo a los estandartes que pide la sociedad moderna, de una cifra astronómica en su salario o de una posición de mucho poder o de mucho prestigio, pero son gente alegre, son gente entusiasta, son gente que seguiría elaborando en lo que hace, aún se hubiera sacado una lotería y no tuviera necesidad de hacerlo, son personas que tienen muy buenas relaciones con los demás, son personas que duermen tranquilos en la noche, que son amorosos, que le dedican tiempo a su familia, que pueden hacer deporte, que pueden irse de viaje, pero disfrutando cada momento, no nada más sacando la cartera para presumir y para demostrar lo poderosos que son; entonces, si quisiera yo que reflexionáramos sobre estos puntos, si tú no has logrado el éxito que los demás querían para ti, no te preocupes, realmente no tienes que quedar bien con nadie, más que contigo, nunca es demasiado tarde, sigue tus sueños, sigue tu pasión y lo único que necesitas es tener la total convicción de que está siendo auténtico y a tus hijos impúlsalos a que estudien, si impúlsalos a que traten de hacer algo productivo con su vida, pero también pregúntales
¿quiénes son?, ¿qué quieren?, ¿qué les gusta?,
no trates de escribir un libreto como para una obra de teatro o un guion de cine, diciéndoles cómo vivir sus vidas, no les metas miedos ni culpas, no les digas, mira yo no voy a durarte para siempre, cuando yo ya no esté aquí, te vas a morir de hambre, me preocupo por ti, aunque sean palabras bienintencionadas, pueden distorsionar la mente de sus hijos y no permitirles tomar estas decisiones, ya sé que mis ideas son un poco llamémosles revolucionarias, que no están totalmente de acuerdo a lo que diría la mayoría, pero si tú escuchas lo que acabo de decir, con la mente abierta y con el corazón en la mano, vas a ver que tengo mucha razón.
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